martes, 27 de enero de 2009

El valor de la libertad.

María Isabel Reyna



El dos de diciembre apareció en la primera página de PALABRA un texto que anunciaba su cierre. Bajo el título “el precio de la libertar” se explicaban las razones, en pesos y centavos, del cierre de lo que fue, al mismo tiempo, nuestra fuente de trabajo y la trinchera desde donde defendíamos con nuestras plumas, cada ocho días la libertad de expresión y el valor de la verdad y la honradez


Muy caro esta resultando para Saltillo el precio de la libertad. Consternación, tristeza, enojo, duelo por haber pedido a un buen amigo, son las expresiones más frecuentes. Rumores infundados y hasta calumnias tratando de explicar “los verdaderos motivos” del cierre también se esparcieron en el ambiente. Algunos alzaron la voz para pronunciarse a favor de quienes perdimos al mismo tiempo nuestra trinchera de expresión y nuestra fuente de trabajo. Lo cierto es que a título personal mis nueve años como editorialista fueron una experiencia invaluable, como la libertad misma. Con esta ventana de apalabrados se consolida la amistad con mis ex compañeros de página y la oportunidad de poder seguir expresando lo que siento.

El pasado sábado leí que el presidente francés, Nicolás Sarkosy anuncio que destinaría 600 millones de euros, algo así como 780 millones de dólares para ayudar a la prensa escrita a enfrentar la crisis económica actual que se suma a la crisis estructural de la prensa francesa “Hay que hacer todo lo necesario para defenderla y no voy a asistir impotente a su desaparición", dijo. Cito la nota: “El Mandatario galo, que mantiene una relación difícil con los medios de comunicación que denuncian su supuesta tendencia al control de la información, destacó la legitimidad del Estado para ayudar a la prensa, y afirmó su convicción de que debe ser un sector fuerte e independiente”."El Estado tiene obligación de garantizar la existencia de una prensa libre y pluralista; (pero) la primera condición para ser independiente es ganar dinero, ser viable, poder invertir y desarrollarse", dijo Sarkozy.

Sarkozy, que pidió al sector de la prensa una reforma estructural importante a cambio de este plan de ayuda, anunció diversas ayudas financieras, entre ellas, aumentar de 20 a 40 por ciento la parte que ocupa la prensa en el gasto de comunicación del Estado y anunció que todos los jóvenes que cumplan 18 años recibirán de regalo una suscripción gratuita de un año que será pagada por los editores y el Estado.


Es innegable que la prensa escrita a nivel mundial enfrenta un momento muy difícil, y en este marco, es gratificante que algunos países consideren la importancia de un medio libre de crítica social y se apuren a ofrecer soluciones sin comprometer a cambio su libertad de expresión.


Felicidades a los franceses. Los mexicanos ¿cuándo?