miércoles, 22 de julio de 2009

EL MUNDO DE GM(Government Motors)

Mario Dávila Flores
Ya salió de la bancarrota General Motors, ahora rebautizada como Government Motors, debido a los 50 mil millones de dólares que el gobierno de Barack Obama ha canalizado hacia el gigante moribundo, convirtiéndose en el principal accionista. En este contexto, ¿qué puede significar una “ayuda” de 1.5 millones de dólares del gobierno de Coahuila a la automotriz? Mejor ni mencionarlo para evitarnos la pena ajena.

El caso es que formalmente GM ha saneado sus libros de contabilidad, se ha sacudido a miles de distribuidores, se liberó de la carga de los servicios médicos para los jubilados (a cambio de eso el sindicato es ahora accionista de la empresa), eliminó los activos tóxicos, así que hoy todo parece brillante, y el camino despejado. Sólo que existe un pequeño detalle que hay que considerar: la empresa tiene que generar dinero, y para ello, debe vender autos y camionetas a los consumidores.

¿Podrán hacerlo, dejando en sus puestos a la misma gente que condujo a GM a la quiebra? Más aún, cuando acaban de despedir al único ejecutivo con experiencia en el negocio de la fabricación, Robert Lutz. Para expertos en el tema como Jerry Flint de la revista “Forbes” el futuro no parece promisorio, principalmente debido a que todo parece indicar que GM verá reducida significativamente su participación en el mercado de Estados Unidos.

Las tendencias apuntan hacia un porcentaje del 10 por ciento, sobre un mercado de 10 millones de unidades, o sea un millón, cuando en el 2006 vendió cuatro millones de vehículos. La reducción es enorme, gracias a la venta de las marcas Pontiac, Saturn, Hummer y Saab, pero además, habrá de influir la desconfianza de la gente ante una compañía que de pronto elimina distribuidores y productos, y muy importante, frente a los avances de la competencia, que busca llenar el vacío dejado por GM.

¿Podrá la compañía sobrevivir con un mercado de un millón de unidades? En el corto plazo la respuesta es que sí, gracias a que el gobierno de Estados Unidos podría recurrir a las prensas para imprimir dinero, mientras se llegan los tiempos electorales y dan la oportunidad a Obama de buscar la reelección, pero después del 2012 ya no habrá paracaídas, y tendrán que recurrir a modelos atractivos para recuperar mercado.

En este sentido, la apuesta de GM parece centrarse en el Chevy Camaro, un nuevo compacto de nombre Cruze, el cual rinde 40 millas por galón en carretera, dos nuevos Cadillacs; la SRX que en agosto comenzaría a ensamblarse en Ramos Arizpe, y el CTS, así como el nuevo Buick LaCrosse. Esas son las cartas fuertes, representando la SRX la mejor noticia para la región Sureste de Coahuila, confiando en que su producción ayude al menos a recuperar parte del empleo perdido en el último año.

Esta sería la buena noticia; un pequeño brillo de luz en medio de la oscuridad, ya que el problema de fondo, es que con una cuota de mercado de un millón de unidades, van a sobrar plantas no sólo en Estados Unidos y Canadá, sino que también en México, donde operan subsidiarias en Toluca, Silao, Ramos Arizpe y San Luis Potosí. Dadas las características de la demanda actual, las dos primeras ciudades parecerían ser las más vulnerables, con mejores perspectivas en teoría para las últimas dos.

A pesar de que aparentemente los efectos en esta región no serán los más negativos dentro del mapa de la corporación, la situación de ninguna manera resulta favorable, pues se tiene un exceso de capacidad instalada que pudiera conducir al cierre de más plantas. Y si bien la lógica económica, señala la conveniencia de aumentar la producción en Ramos Arizpe, ahora que la UAW es accionista de GM, será más complicado que permitan los flujos de inversiones a nuestro territorio, prefiriendo en todo caso, hacerlo en las plantas ubicadas en el sur de Estados Unidos.

Por todo lo anterior, de ninguna manera podemos echar las campana a vuelo, antes bien, debemos convencernos de iniciar los esfuerzos para buscar una diversificación real y efectiva de la economía de la Región Sureste, lo cual se dice fácil, pero hacerlo es más complicado, sin embargo, no tenemos muchas cartas en la baraja. ¿Están convencidas nuestras autoridades de hacer el cambio? ¿Cuál es la posición de los empresarios y sindicatos al respecto? Por ahí debemos comenzar, antes de proponer alternativas sin sustento.


Redondeo. El pasado domingo, el joven lanzador zurdo de los “Diablos” Juan Pablo Oramas, tiró un gran partido, consolidando su posición como el candidato más viable al título de Novato del Año.