lunes, 25 de enero de 2010

Una manera efectiva para pedir cuentas

María Isabel Reyna

La noticia de que la diputada Hilda Flores Escalera pidió licencia a su curul en el Congreso de la Unión ha despertado varias voces de protesta. Y es que ¿quién no está harto de que los diputados que por ley son nuestros representantes ganen cantidades exorbitantes de dinero y nunca rindan cuenta a quienes les pagamos? A Hilda mucha gente la conoce por su larga trayectoria en el servicio público: fue regidora, diputada local, Secretaria de Turismo entre sus puestos más importantes y me atrevo a decir que entre quienes tuvimos oportunidad de tratarla siempre causó una grata imagen por que tiene, quién lo duda, una simpatía natural y gran inteligencia para hacer su trabajo. A muchos nos molestó su actitud de no tomar la llamada ni de los representantes de la prensa que la buscaron para que explicara sus motivos. Si a los reporteros no les toma la llamada ¿qué podemos esperar tú y yo ciudadanos de a pie?
La ley, dicen, los obliga a rendir cuentas. Pero en los hechos esto no pasa. Si ya estás harto de esta situación, te invito a que sigas leyendo y conozcas la iniciativa de ley que la diputada Esther Quintana presentó el pasado mes de diciembre a fin de crear un Consejo Ciudadano de Vinculación entre Diputados y Comunidad.
Este consejo se creará mediante una convocatoria abierta a todo público y los siete consejeros serán escogidos por insaculación durante el mes de enero del primer año de ejercicio constitucional.
Incluyo al final del texto su correo electrónico para que puedas comunicarte con ella si apoyas su iniciativa. Ella SI contesta los correos, me consta.
La inciativa, en forma muy resumida es la siguiente:
INICIATIVA DE REFORMA A LOS ARTÍCULOS 49 Y 51 DE LA LEY ORGÁNICA DEL CONGRESO DEL ESTADO DE COAHUILA DE ZARAGOZA PARA ESTABLECER COMO OBLIGACION DE LOS DIPUTADOS LA EMISION Y ENTREGA DE UN INFORME DE ACTIVIDADES Y EL CONTACTO PERMANENTE CON LA CIUDADANIA A TRAVÉS DE LA CREACIÓN DE UN CONSEJO CIUDADANO.

EXPOSICION DE MOTIVOS:

La rendición de cuentas constituye un elemento central dentro de toda democracia, ya que por medio de ella podemos conocer la adecuada utilización de los recursos públicos y garantizar que los gobernantes cumplan con las funciones para las que fueron designados o electos como representantes de la sociedad, máxime al considerar uno de los principios rectores del precepto constitucional 134 en su primer párrafo, como es la transparencia, en concomitancia con la honradez, De no regirse bajo los principios de transparencia, lo anterior da como resultado el rechazo y la falta de credibilidad de la ciudadanía hacia el correcto actuar de los gobernantes. De ahí, que resulte necesario crear mecanismos que instrumenten y compulsen el cumplimiento de todas y cada una de las obligaciones que los servidores públicos deben tener como primacía ineludible.

GASTO PÚBLICO. EL ARTÍCULO 134 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS ELEVA A RANGO CONSTITUCIONAL LOS PRINCIPIOS DE LEGALIDAD, EFICIENCIA, EFICACIA, ECONOMÍA, TRANSPARENCIA Y HONRADEZ EN ESTA MATERIA.
Del citado precepto constitucional se advierte que el correcto ejercicio del gasto público se salvaguarda por los siguientes principios: 1. Legalidad, en tanto que debe estar prescrito en el Presupuesto de Egresos o, en su defecto, en una ley expedida por el Congreso de la Unión, lo cual significa la sujeción de las autoridades a un modelo normativo previamente establecido. 2. Honradez, pues implica que no debe llevarse a cabo de manera abusiva, ni para un destino diverso al programado. 3. Eficiencia, en el entendido de que las autoridades deben disponer de los medios que estimen convenientes para que el ejercicio del gasto público logre el fin para el cual se programó y destinó. 4. Eficacia, ya que es indispensable contar con la capacidad suficiente para lograr las metas estimadas. 5. Economía, en el sentido de que el gasto público debe ejercerse recta y prudentemente, lo cual implica que los servidores públicos siempre deben buscar las mejores condiciones de contratación para el Estado; y, 6. Transparencia, para permitir hacer del conocimiento público el ejercicio del gasto estatal.
Por ello, se propone ante esta tribuna, establecer como una de las obligaciones de los diputados no solamente informar al ciudadano de sus actividades legislativas y de gestión como actualmente lo establece nuestro ordenamiento rector, sino mantener contacto permanente con aquellos a quienes representa, ya que esto expone la honradez y transparencia con la que los legisladores proyectarán su calidad de trabajo

EL CORREO DE LA DIPUTADA ESTHER QUINTANA ES
esther_quintan@yahoo.com.mx

sábado, 23 de enero de 2010

Una mujer

Carlos Manuel Valdés

Las mujeres nos exigen a los hombres, y lo hacen siempre airadas, que las respetemos. Vivimos en un mundo hecho para los varones, dicen. ¡Ya basta!, añaden. Tienen razón. Yo, nada más por afán de provocar, les digo que también el mundo está hecho para los derechos y que a éstos les importa poco que los zurdos se frieguen. Les pregunto si ellas están dispuestas a luchar por los derechos de los siniestros, aunque la proposición sea en sí indecorosa. De veras, ¿por qué no lo hacen?, porque de hacerlo demostrarían que no buscan nada más su interés inmediato (la igualdad, el salario) sino la justicia. He ahí el meollo del asunto: gastamos el tiempo en pelear por porciones de humanidad, por grupos, géneros, etnias… pero no por el establecimiento de la justicia. Entre más se parcele esa lucha mas ineficientes seremos. Y quizá esa parcelación de los esfuerzos convenga a los que nos oprimen o sea propiciada por ellos.
¿A qué viene esto? A una carta abierta que Rosa Esther Beltrán envió a la diputada Hilda Flores, que ya dejó de serlo. Con su huida, esta bella señora echó abajo la lucha por la liberación de las mujeres de que tanto hablan y lo hizo desde la cúspide, es decir del lugar en que su acción pudo haber sido fundamental para pelear posiciones. Sucede que ella prestó su nombre, su imagen y su género para cautivar al público. Su simpatía, que de veras la tiene, atrajo la de los ciudadanos, aunque ganó la diputación federal por el camino de la proporcionalidad y no del voto. La cuestión que ninguno imaginaba era que ella jugaría con los ciudadanos y, una vez ganado el cargo, lo entregaría. Una negociación se había establecido tras bambalinas para que saliera a escenario a representar el papel que le designó su jefe.
Es un buen ejemplo para aprovecharlo y preguntar a las mujeres si realmente quieren exigir el respeto de los machos y el lugar que les corresponde en el mundo o nada más fingen que luchan. Las mujeres son, de acuerdo a los chinos, “la mitad del cielo”, y ni falta hacía que lo dijesen pues ellas son, además, el sentido, la racionalidad, la certidumbre, el cariño y, también, la reclamación perpetua y el laberinto. Mas, la mujer, sin rodeos y desde donde se le mire, es el elemento de equilibrio sin el cual la vida (de los demás) no sería llevadera.
Es muy raro y sumamente desapacible para el espíritu ser testigos de cómo hay mujeres que no sólo no se respetan sino que le faltan al respeto a los ciudadanos que confiaron en ellas y que quizá lo hicieron precisamente por eso, porque eran mujeres. Se dice (y creo que ese dicho es gratuito, o sea, sin fundamento) que la mujer es menos proclive que el hombre a la corrupción. De acuerdo, pero explíqueme en qué consiste esa palabreja, pues creo que corrupción no es un término que nada más se relacione con tomar dinero que no es tuyo. Ejemplos de mujeres corruptas saltan a la vista.
La diputada que renunció porque guardaba el asiento a un varón, debió habernos avisado que todititos los proyectos que presentó intentaría realizarlos en dos meses, al término de los cuales dejaría su lugar a un señor del que nadie supo su nombre. En realidad esos trucos (cuya propiedad intelectual ha sido registrada en la oficina de patentes por el PRI, pero que ya les robó el PAN, el PRD y los Verdes) nos sorprenden, y no porque seamos ingenuos, sino porque jamás hubiésemos soñado que en el siglo 21 pudieran tener lugar.
De manera que si usted vota por una linda señora y en unos cuantos días ella, sin avisarle siquiera, sin jamás haberle agradecido pertenecer a su distrito, resulta que desaparece del escenario para entregar su lugar a un señor será mejor que la próxima vez piense antes de irse de bruces por la igualdad de género, la emancipación o cualquier ideologización de este tipo.
De plano les digo a mis queridas y admiradas amigas feministas que ya no me vengan con ese rollazo, porque dejé de creer en él. Sugiero que mejor vayamos emparejándonos en la lucha por la justicia. Sean mujeres, discapacitados, zurdos, homosexuales, ancianos, niños abandonados o indígenas, lo primero que debe unirnos es la búsqueda de la justicia… pues lo demás vendrá por añadidura. De otra manera de aquí a que arreglen todas las puertas, los aparatos y lo demás para que los izquierdos alcancen la igualdad con los diestros va a correr mucho tiempo.
Si mujeres que han llegado tan alto, como una diputación federal, no guardan la compostura, ya no puede uno seguir esperando el fin de los siglos.

jueves, 14 de enero de 2010

La inactividad destruye el intelecto

María Isabel Reyna

Hace varios meses ya que no me sentaba a escribir. Por un lado la falta de obligatoriedad que da la percepción de un salario fijo me hizo caer en la distracción de quien hace muchas cosas y al mismo tiempo, no hace nada. En eso estábamos, cuando caímos de lleno en el puente “Guadalupe-Reyes” y de ahí a replantearnos los propósitos de año nuevo y en mi caso, los objetivos de vida, todo al mismo tiempo.
Claro que retomar las letras era mi primer propósito. Estoy totalmente de acuerdo con Leonardo Da Vinci cuando afirma “así como el hierro se oxida por falta de uso, también la inactividad destruye el intelecto”. Estábamos acabando de partir la rosca cuando nos llegó con la primera nevada, la noticia de la muerte de Valentín Valdés, colega, con quien compartí mesa de trabajo por cuatro años en Palabra. Antes de saber los detalles de su brutal asesinato, me indignó el rumor generalizado de que es mejor callar y no opinar. Fueron dos articulistas nacionales quienes se ocuparon del tema. Algunos editoriales locales lo mencionaron y sólo Carlos Arredondo en Vanguardia escribió o mejor dicho, hizo un espacio en blanco en protesta. Ninguno de quienes compartimos con él la profesión y el lugar de residencia han dicho nada. Desgraciadamente quienes piensan que opinar en este caso es más que ocioso, muy peligroso, tienen razón.
Oxidada como estoy, por el momento sólo me queda reproducir esta carta que me llegó por correo, pensando en la madre de Valentín y de todos los que han muerto por manos criminales.

Carta de una madre a otra en el País Vasco

Vi tu enérgica protesta delante de las camaras de TV en la manisfestación de ayer en favor de la reagrupación de presos de ETA y su transferencia a cárceles del País Vasco. Vi como te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo y de lo que supone economicamente para ti ir a visitarlo como consecuencia de esa distancia.


Vi tambien toda la cobertura mediática que dedicaron a dicha manifestación, así como el soporte que tuviste de otras madres en la misma situación y de otras personas que querian ser solidarias contigo y que contais con el apoyo de comisiones pastorales, organos y entidades en defensa de los derechos humanos, ONGs etc. etc. Yo tambien soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación.

Enorme es la distancia que me separa de mi hijo. Trabajando y ganando poco, idénticas son las dificultades y las despensas que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio solo puedo visitarlo los domingos porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia.
Felizmente tambien cuento con el apoyo de amigos, familia etc.

Si aún no lo sabes yo soy la madre de aquel joven que murió cuando se dirigía al instituto y que al pasar cerca de un coche aparcado, este hizo explosión a causa de la bomba lapa que tu hijo puso en los bajos de ese coche. En la próxima visita cuando tu estes besando y acariciando a tu hijo yo estaré visitando al mio y depositandole unas flores en su tumba.


Ah! se me olvidava: ganando poco y sosteniendo la economía de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá durmiendo en un cómodo colchón y comiendo comida caliente todos los días.

Otra cosa querida: ni en el cementerio ni en mi casa nunca vino ningún representante de esas entidades que tan solidarias son contigo para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento y ni siquiera para decirme cuales son MIS DERECHOS.