miércoles, 1 de abril de 2009

LA NACIÓN CHICHIMECA (I)

Mario Dávila Flores

Los acontecimientos aquí reseñados pertenecen al mundo de la ficción; cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Aquella entidad norteña decidió un buen día dejar de formar parte del pacto federal, constituyéndose así la Nación Chichimeca, la que se abocó de inmediato a la formación de sus estructuras de gobierno, económicas y de políticas públicas. A continuación se detallan las medidas más trascendentes tomadas en cada uno de estos tres aspectos.

Gobierno. La tarea prioritaria fue sin duda la de estructurar un gobierno legítimo y funcional, de modo que ahora el Poder Ejecutivo de la nueva nación, quedó estructurado a partir del gabinete que estaba vigente, siendo que de ahora en adelante el Ejecutivo se denominó Presidente de la República Chichimeca, con sus respectivos secretarios de estado, los que antes eran de gobierno, agregándose por lo pronto una nueva secretaría, la de Relaciones Exteriores, recayendo tan alta responsabilidad en una maestra jubilada con amplia experiencia internacional, producto de sus frecuentes viajes a San Antonio, Texas.

En cuanto al Poder Legislativo, mediante los decretos pertinentes, se modificó primero la denominación del Congreso del Estado por el de Cámara de Diputados del Pueblo, permaneciendo en sus puestos los anteriores diputados locales, mientras que el segundo decreto estableció la creación de la Cámara de Senadores, para lo cual cada una de las cinco regiones de la ahora república, nombraron dos representantes cada una. Como sede de la Cámara Alta fue habilitado el local que perteneció al Casino de la ciudad capital, el cual fue expropiado por causa de utilidad pública.

El Poder Judicial sólo cambió de nombre, quedando en funciones los mismos magistrados y jueces, permaneciendo todos estos servidores públicos en las mismas instalaciones.

Inmediatamente después de la proclamación de la nueva república, los primeros gobiernos en reconocerla formalmente fueron los de Cuba y Venezuela, para cuyas sedes, se adquirieron respectivamente, la residencia de la una conocida familia ubicada al sur del Casino, en la misma acera y una mansión que perteneció a un destacado empresario inglés del XIX, localizada a unos pasos al norte de la Catedral. Ambos gobiernos expresaron su más amplia solidaridad y apoyo a las autoridades del nuevo país.

Asimismo en la mansión ubicada frente a la Alameda, en la que vivió un ex gobernador, se estableció la sede del Banco Central Chichimeca, en cuya primera circular se notificó la creación de la moneda que regirá las transacciones, siendo su denominación la del Nuevo Peso, fijándose su paridad en diez pesos por dólar, para demostrar desde un principio su fortaleza y estabilidad. Simultáneamente, fue retirada de la circulación la moneda anterior.


La flamante secretaría de Relaciones Exteriores trabajó a marchas forzadas para diseñar los nuevos pasaportes que habrían de utilizar los habitantes del nuevo país, estableciendo también los puestos de revisión de los viajeros que ingresan territorio chichimeca, así como la logística en materia aduanal. En un principio, la gente se sintió desubicada, pues para viajar a Monterrey o a Zacatecas, por ejemplo, había que llevar pasaporte, lo mismo sucedió con las personas que ingresaban al nuevo país.
Fue necesaria la formación de una mesa de trabajo, para definir las condiciones y los términos mediante los cuales habrían de regularse los flujos comerciales, pues ahora cualquier producto o servicio que saliera o ingresara al territorio chichimeca era considerado de importación o de exportación, para lo cual se deberían de establecer las estructuras correspondientes para su funcionamiento.

Debido a la vocación de servicio a favor de los sectores más desprotegidos, la sede de la residencia oficial se estableció inicialmente en la colonia La Minita, siendo la idea sin embargo, que ésta tuviera un carácter rotatorio para así cubrir los cuatro puntos cardinales. Diputados y Senadores trabajaron sin descanso durante semanas en la elaboración de la Constitución que habrá de normar las acciones de la nueva república, la que se proclamó laica y benefactora de todos sus habitantes, en especial de los que menos tienen, y sin decirlo abiertamente, incluyó en su contenido ideas y principios socialistas, contemplándose la figura de los Comités de Barrios para vigilar que ningún vecino se apartara de las políticas establecidas. Así nació la República Chichimeca, en medio de gran alegría y festejos populares; todo mundo era feliz, abriéndose ante sus horizontes un luminoso porvenir. Próxima entrega: la estructura económica.

Redondeo. Desde hace tiempo que las autoridades ya no lanzan la primera bola en el “Madero”; al parecer nadie quiere exponerse al juicio popular.