lunes, 1 de junio de 2009

Ciudadanos decepcionados ¡uníos!

María Isabel Reyna

Falta prácticamente un mes para las elecciones y como es menester, una vez dados por terminados los tumultuosos festejos de mi cumpleaños (tumulto por la cantidad de amigos con quienes compartimos y también por la cantidad de años cumplidos) estoy empezando a asomar las narices al mundo exterior.
Y es que desde semana santa nomás no me concentro en las noticias. Y cuando la fuerza de la costumbre me anima a leer el periódico, el tedio me gana: nota roja en las primeras planas, narcotráfico, corrupción y todo agravado por la sospechosa epidemia de influenza. No sé si será por la crisis o por las medidas tomadas por el IFE pero en esta ocasión, al menos aquí en Coahuila los candidatos ni se ven, ni se oyen. Los medios les están dando una cobertura muy marginal, es necesario leer con sumo cuidado todo el periódico para encontrarlos. En el radio aburren por tantas veces que se repiten los anuncios del PRD y los de otro partido (cuyo nombre no he logrado retener) que se anuncia con la gangosa voz del Peje, que ya se oye bastante pasada de moda y sin sentido al decir: “nuestro proyecto sigue vivo”.
Pocos, gracias a Dios, son los espectaculares en las calles. Al buzón de mi casa ha llegado la propaganda del partido Verde machaque y machaque con la pena de muerte, y una vecina para invitarme a una reunión con la esposa de Héctor Franco que por cierto, recordé dos días después de que había sido. Este fin de semana una camioneta con grandes altavoces mancilló la calma de la colonia el sábado en la mañana, anunciando que era la suplente de Héctor Franco la que venía saludando a los vecinos. Mandó a su suplente al sector que el año pasado lo estuvo buscando para pedirle su apoyo para hacer un parque ecológico en el arroyo el charquillo que cruza la colonia. En ese entonces, Franco era titular de la Semarnac y ni un lazo nos echó. Ahora es la nuestra, que se quede esperándonos en las urnas, al menos que conmigo no cuente.
El que me tiene sorprendida es Eloy Dewey. Jamás en mi vida considérela opción de votar por el PRD. Sin embargo, el nombre y la trayectoria de Dewey me hacen empezar a considerar esta posibilidad. Tampoco ha tenido gran presencia, más allá de muchos coches pintados con chinola amarilla, no he visto nada de él. Pero el que de plano brilla por su ausencia es el candidato del PAN ¿será que cree que competir con las siglas del PAN es suficiente mérito para ganar una elección? No he visto más de dos autos con calcomanías suyas, y uno que otro espectacular. No he oído anuncios en el radio y no sé nada de su propuesta. En estas circunstancias si uno acude a las urnas es más por convicción personal de la necesidad de ser un ciudadano responsable que motivados por el quehacer de los “representantes populares” en el poder, tanto legislativo como ejecutivo.
Sé el peso que tiene la sociedad civil ¿existe la sociedad incivil?) en la regulación del ejercicio del poder, pero entre más trato de participar más me doy cuenta de que vivimos en una democracia de a mentiritas. El año pasado, entusiasta, me uní a un grupo de vecinos que presentaron un proyecto para rescatar un fragmento del arroyo el charquillo. A través del Consejo Ciudadano de Ecología y Medio Ambiente, recorrimos dependencias, tocamos puertas (una de ellas, ya lo dije, la de Héctor Franco) y hasta reuniones con diversas dependencias organizamos para lograr convertir un charco lleno de basura y aguas estancadas, en un arroyo de agua limpia con área para jugar y descansar. Lo único que logramos fue ser testigos de un ecocidio espantoso y el relleno arbitrario de terrenos federales como lo son los lechos de los arroyos, para beneficiar a unos cuantos terratenientes. Y, claro, ver sonreír a quienes nos advirtieron desde un principio “no pierdas tu tiempo, no te van a hacer caso”.
Ante el panorama político del estado y del país, si tú también estás hastiado y decepcionado, te pediría que no dejaras de ir a votar. Ve vestido de blanco para que se note que vas en son de protesta, emite un voto por quien más te convenza y si ninguno lo hace, anula el voto, pero no te abstengas de ir a las urnas, no les regales a los mañosos, la oportunidad de usar tu boleta para hacer fraude.
No dejes de votar. No le hagas el camino fácil al fraude y la corrupción. Acude este 5 de julio a hacer sentir en las urnas que ni tú ni yo estamos contentos con el sistema político que tenemos. Si hay varias casillas donde ganen los votos anulados tal vez no pase nada. Pero habremos dejado constancia de nuestro descontento. Si ellos no trabajan para nosotros, nosotros no tenemos por qué ir a darles nuestro voto de confianza.