domingo, 28 de noviembre de 2010

DESORDEN FINANCIERO Y COMPLICIDAD

Mario Dávila Flores


En un verdadero hoyo negro se han convertido las finanzas municipales en un buen número de municipios coahuilenses, pues de acuerdo a la información que ha difundido la Auditoría Superior del Estado (ASE), órgano fiscalizador supeditado al Congreso local, el desorden, la ineficiencia y la opacidad con que se han venido manejando los recursos financieros en este nivel de gobierno, se prestan a suspicacias entre los ciudadanos.
El asunto no es para menos, ya que según información de la ASE, publicada por el periódico “Vanguardia” el pasado 23 de Noviembre, no sólo no han sido sancionados los responsables de las observaciones detectadas por los auditores en las cuentas correspondientes a los años de 2007 y 2008, sino que la gente de Armando Plata, que es el auditor superior del Estado, encontró irregularidades por 924.5 millones de pesos, en el ejercicio de 2009, a los que habría que sumar los 716 millones detectados en 2008.
Nada más en estos dos últimos años, se tiene un saldo acumulado de 1,640 millones de pesos, con pendientes de comprobación; es decir un promedio de 2,2 millones de pesos diarios durante este último bienio, lo que es un insulto, al considerar la emergencia económica por la que estamos atravesando.
¿Qué está pasando? La respuesta no es muy complicada, si consideramos que el Congreso local es la autoridad que rige a la ASE, y que buena parte de los actuales diputados, estuvieron al frente de algunos de los municipios cuyos números no han sido plenamente validados; se trata de los alcaldes chapulines, casi todos del PRI, quienes ahora son los jefes de Armando Plata, de modo que se antoja difícil que se resuelva con transparencia el manejo de los dineros.
Pero eso no es todo, pues otro grupo de estos ex alcaldes, cuyas cuentas no cuadran, fueron premiados con posiciones en dependencias públicas, y con la excepción de Ricardo Aguirre, el resto milita en las filas del benemérito PRI.
De acuerdo a la información disponible, se puede inferir, un manejo deficiente y opaco de los recursos públicos, que es tan sólo un síntoma de un malestar más profundo; el de un relajamiento de la prudencia financiera en la asignación de los fondos públicos, en donde todo parece indicar que ante el manejo poco escrupuloso de los dineros del pueblo, hasta ahora no sólo hay impunidad, sino que quienes así proceden, en vez de ser sancionados, son premiados con promociones en el sector público estatal.
Este síndrome tiene otras preocupantes implicaciones, pues se manda la señal de que el manejo prudente, eficiente y honrado de los fondos públicos es algo fuera de moda, o como se diría ahora, resulta políticamente incorrecto, y lo peor es que la sociedad parece permitirlo, y hasta premiarlo, otorgando buenas calificaciones a los políticos derrochadores.
Todo esto sucede cuando el flujo de recursos hacia los municipios se ha incrementado de manera significativa en los últimos años, sin que funcionen los controles establecidos, y para empezar, mientras no se modifique la normatividad actual, que impide a la ASE contar con la autoridad suficiente, no se podrá esperar alguna mejoría. Estamos ante una red de simulaciones y complicidades con efectos muy negativos para la sociedad.
Además, la misma conformación actual del Congreso local, bloquea cualquier solución real, pues como señalamos anteriormente, algunos ex alcaldes son ahora diputados, con intereses en ocultar sus anteriores manejos. Pudiéramos ver más de lo mismo, quizás aumentado, cuando al revisar el ejercicio de 2010, se analicen las cuentas de alcaldes como Eduardo Olmos y Ramón Oceguera, por mencionar algunos. Y para rematar, se ordena una enésima auditoría a la gestión municipal, del hoy Senador, y posible candidato del PAN a la gubernatura del Estado, Guillermo Anaya, convirtiendo a la ASE en un instrumento político. El primer paso para corregir este desorden, es el de contar con un órgano fiscalizador verdaderamente independiente.


Redondeo. En 1974 Nolan Ryan, lanzando por los “Angelinos” de California, ponchó a 19 bateadores, pero perdió el juego por 1-0 ante los “Tigres” de Detroit en once entradas.