viernes, 1 de mayo de 2009

Como perro con bozal

María Isabel Reyna
Con la cara semi cubierta por un tapabocas casero es difícil pensar en un tema para esta colaboración. En realidad el tema a tratar es sólo uno, nadie leería algo que hablara de otra cosa, el problema es cómo empezar y desarrollar el tema sintiéndose como perro con bozal. Hace calor, la sensación es incómoda y se ve uno raro, sin contar con que los demás se ven sospechosos, entre enfermos y terroristas. La verdad, el clima va del temor a la desconfianza, y sobre todo, la incertidumbre de no saber a ciencia cierta qué es lo que está pasando.

Los mensajes llegan solos hasta tu mesa de trabajo, no es necesario asomar las narices (es un decir) para estar al día y el problema es discriminar entre la información seria, la basura y los mensajes con un sanísimo sentido del humor. Antes de saber de la emergencia, ya había llegado a mi correo la cumbia de la influenza, en el Messenger aparecen caritas felices con anteojos negros y tapabocas y en el facebook circula una encuesta para encontrar al culpable de la $#& epidemia.
Todo lo anterior es parte del sentido del humor que, especialmente ahora en que no tenemos otra manera de distraernos más que ver películas o entrar a Internet, no está de más. Pero mención aparte merecen los mensajes con intenciones oscuras y poco claras que ponen en duda la información oficial.
Es un principio básico desconfiar de los mensajes que no tienen firma o los que no hacen referencia a una fuente autorizada para emitir información oficial. Están por ejemplo, los mensajes mandados por “un amigo que está muy bien enterado” de que en realidad no es un virus de gripa, sino una mutación de una peligrosa arma de la guerra bacteriológica o un invento del G7 tramado desde el 2 de abril fecha de la reunión y concertado después a puerta cerrada por Obama y Calderón. O los que afirman que el número de muertos es mucho mayor y que no se difunde la verdad “para no crear pánico entre la población” ¿te parece que todas las medidas tomadas no han alarmado a la sociedad? Y está el otro extremo, un correo de 6 paginas a renglón seguido con información del diario “La Jornada” y de la página www.grain.com que me llegó con un mensaje “personal” (llenos de faltas de ortografía por cierto) que nos invita a “tomar conciencia”.
Entre chistes y bombardeo de información, lo verdaderamente útil es no caer en el pánico y sobre todo, no creerse todo lo que nos dicen fuentes que no conocemos. Si tenemos tiempo de sobra y no nos es suficiente con la información de la televisión y el radio, este sitio contiene información verídica y comprobable sobre qué hacer y qué evitar para no contagiarnos ni de la influenza, ni de la paranoira colectiva

http://www.prevencioninfluenza.gob.mx/