martes, 31 de marzo de 2009

Un paraíso natural

María Isabel Reyna

Se dice que cuando Charles Darwin visitó las Islas Galápagos, se dio cuenta de los animales que las habitaban no eran iguales a los que viven en el continente. Empezó a considerad que las condiciones ambientales únicas del lugar eran determinantes en las características de los animales. Mucho más tarde, esto fue el origen de la famosísima ley de la evolución por selección natural de las especies.
En ningún otro lugar del mundo se tienen tantas especies endémicas, salvo en el Valle de Cuatro Ciénegas, situado en medio del desierto del norte de Coahuila. Con aproximadamente 200 kilómetros cuadrados de superficie, en el que abundan arenas blanquísimas y aguas transparentes y tibias que para asombro de los científicos de todo el mundo, conserva las características que tenia el agua en el plantea antes de que se desarrollara la vida en el mismo.
Con los avances de la ciencia a nivel mundial, tener este maravilloso laboratorio natural es un lugar que ha juntado a muchos científicis ávidos de saber con precisión el origen de la vida en nuestro planeta. Una de las más reconocidas a nivel nacional e internacional es Valeria Souza Saldívar, bióloga por la Facultad de Ciencias y Doctora en Ecología Microbiana por la UNAM y dos postgrados uno en universidad de California en Irvine y otro en Michigan State University. Ella se ha de dedicado por años a dar a conocer la riqueza científica del lugar y a tratara de conservarlo a toda costa
Y “a toda costa” es un término que en este sitio tiene una amplísima acepción. El valle es de una belleza inimaginable. Es un verdadero oasis en el desierto, donde las altísimas temperaturas del verano hacen casi imposible resistirse a meterse a nadar en las tibias y transparentes aguas, llenas de peces, rodeadas de blancas arenas, en fin, un paisaje que sólo se asemeja al de la Riviera Maya en el estado de Quintana Roo.
Como es natural, los habitantes del lugar se han dedicado por años a explotar el sitio como balneario, donde el turista podía acampar y hacer fogatas sin restricción alguna. La pequeña diferencia, es que las blancas arenas de Cuatro Ciénegas son unas dunas de yeso únicas en el mundo, y el tamaño del “balneario” es pequeñísimo si lo comparamos con Cancún y Xhel-ha, por no hablar de la fragilidad del ecosistema.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas está haciendo una excelente labor al tratar de implementar programas para proteger la flora y la fauna existentes con la participación activa de los habitantes del lugar y para su propio beneficio. Tarea nada fácil que requiere de un arduo trabajo de concientización e implementación de programas de desarrollo sustentable. Lo mismo están haciendo con el turista, abriendo lugares para la recreación sin dañar el frágil ecosistema, a fin de lograr un turista ecológicamente conciente.
Si piensas salir esta semana santa de vacaciones y tu destino es Cuatro Ciénegas, sería conveniente que te pusieras en contacto con los encargados del CONANP tels 869 696 02 99 y 869 696 09 87 para que te informes de qué lugares están cerrados (como la Poza de la Becerra y las Dunas de Yeso) y en cuáles es posible nadar y recrearse sin atentar contra la riqueza natural irrecuperable del lugar.