sábado, 8 de agosto de 2009

LA POLÍTICA DEL HEDONISMO

Mario Dávila Flores
La moda se inició con la dinastía de los Kennedy, cuando un político joven, atractivo y carismático logró la presidencia de los Estados Unidos en 1960, dando origen a la reactivación del mito de “Camelot,” aquel lugar imaginario que según la leyenda fue sede del castillo y de la corte del Rey Arturo. John Kennedy llegó a la Casa Blanca gracias a su inteligencia, al apoyo de su padre, a su presencia física, y la de su esposa, la bella Jacqueline.

Este clan irlandés descubrió que la imagen vende, y que el medio idóneo para hacerlo es en los medios de comunicación, en especial la televisión. El patriarca de la familia, el viejo Joe, no descubrió nada nuevo, pero sin duda, que supo sacar provecho tanto de la juventud y apostura de su hijo, como de las ondas electrónicas, lo cual quedó demostrado en el primer debate televisivo de su hijo John con Richard Nixon, cuyos resultados influyeron para la victoria del primer presidente católico en ese país.

En los días previos al debate, Kennedy estudió los temas que se abordarían, pero lo hizo bajo el sol de Florida, logrando acudir a la cita frente a las cámaras con un bronceado natural, que lo hizo agradable ante los espectadores, mientras que Nixon, acostumbrado a la usanza tradicional, se preparó en su oficina, debiendo ser maquillado para mejorar su imagen, sin embargo, el resultado fue desastroso, ya que debido al calor de las luces del estudio, y en plena transmisión, el maquillaje se comenzó a derretir, ofreciendo un pobre espectáculo, lo que le restó puntos a Nixon, y en consecuencia la elección.

El ejemplo de Kennedy comenzó a extenderse por el mundo, si bien no de manera inmediata, como lo comprobó el hecho, que en 1964 el candidato del PRI a la Presidencia de la República haya sido Díaz Ordaz, quien nunca se caracterizó por la armonía física de su rostro, incluso hay una anécdota que señala que en una ocasión alguien le dijo al político poblano, que se rumoraba sobre su falsedad, pues tenía dos caras, ante lo que don Gustavo respondió : ¿”Usted cree que si tuviera dos caras usaría la que traigo”?

Eso fue hace ya muchos años, en la actualidad el hedonismo ha penetrado amplia y profundamente en la sociedad mexicana, al grado de que no tan sólo los políticos de piel blanca son los que dominan el escenario con más y mejores posiciones, sino que ahora, para tener éxito en las urnas, los candidatos deben ser personas físicamente agraciadas, luciendo un look de frescura, y sonrisa de artistas.

Pero la exigencia va en aumento, y hemos llegado al punto en que no basta con que los aspirantes a un puesto público de elección parezcan profesionales del espectáculo, ahora esto aplica a sus parejas, como lo comprueba la situación de no pocos políticos, destacando en este aspecto el actual gobernador del Estado de México, quien además se perfila como un posible candidato de su partido para la elección presidencial del 2012.

Ahora los hombres públicos las prefieren rubias, o por lo menos de tez blanca, relegando a un segundo plano las mujeres de piel morena, inmortalizadas tanto en el cine nacional, como en las pinturas de Diego Rivera. En lo personal creo que este es un gravísimo error de apreciación, ya que existen damas muy hermosas con la epidermis morena, expresión además de nuestro mestizaje, que debería de ser motivo de orgullo para los mexicanos. Pero quizás, los asesores de imagen tengan otra opinión al respecto, lo cual sin embargo, no significa que les asista la razón.

Sin ir tan lejos aquí en Saltillo, el PRI y el PAN vienen perfilando a dos jóvenes políticos para la Presidencia Municipal, siendo bastante sintomático que al precandidato de Acción Nacional, a quien se le conoce como el “Muñeco”, apodo que quizás en otra época fuera una desventaja, pero que ahora pudiese revertirse a su favor, aunque la aplanadora priista viene empujando muy fuerte.

De continuar cobrando fuerza las tendencias hedonistas, no habríamos de extrañarnos que en el futuro inmediato, los políticos recurran –si es que no lo están haciendo ya- a la cirugía plástica, con lo que en buena medida, la suerte de quienes aspiren apuestos de elección quedaría en manos de los cirujanos plásticos, grupo profesional cuyo poder social aumentaría considerablemente. Así, a la influencia de John Kennedy, habría que agregar, la de Michael Jackson. El mundo de la política se convierte ahora en el de la beautiful people.


Redondeo. En 1885, Art Irwin fue el primer jugador de cuadro en usar un guante, al acojinar un pedazo de piel para proteger dos dedos fracturados. Poco después registró la patente.