sábado, 15 de agosto de 2009

KEYNESIANISMO INGENUO

Mario Dávila Flores
Algunos panelistas que participaron en el foro convocado por el periódico “Vanguardia” titulado “El Impacto de la Crisis Mundial en la Región” se fueron por la salida fácil, al plantear como solución a la problemática el endeudamiento del gobierno, en lo que sería una expresión ingenua de las ideas del economista inglés John Maynard Keynes. Algunos colegas economistas piensan que tan sólo con que el sector público ponga a funcionar las prensas para imprimir billetes, vamos a salir de la crisis, que en su más cruda expresión ha colocado a Coahuila en primer lugar nacional en desempleo con el 8.73 por ciento, cuando el promedio nacional es del 5.2 por ciento.

Las razones por las que me permito discrepar con esta línea de pensamiento, si así se le pudiera llamar a la “brillante panacea” que significa recurrir a la deuda, las expongo a continuación.

Cuando Keynes presentó su solución basada en el déficit fiscal, estaba pensando en países y economías desarrolladas y con sistemas de información transparentes, situación que no impera en Coahuila, ignorando si los keynesianos nativos tomaron en consideración esta realidad. . Sin ir muy lejos, no es necesario tener un doctorado en economía, o ser experto en la “dismal science” para advertir la opacidad que prevalece en materia financiera en estas latitudes.

Aunado a lo anterior, tenemos los coahuilenses el asunto de los alcaldes “chapulines”, no pocos por cierto, algunos de los principales municipios de la entidad, quienes ante la indicación de las alturas, abandonaron sus responsabilidades de un día para otro, sin haber dejado las cuentas claras, lo que origina una serie de especulaciones al respecto, en especial cuando prevalece la impresión de que los manejos financieros en algunos ayuntamientos que cambiaron de alcalde no eran muy claros.

En el caso particular de Monclova, el remedio resultó peor que la enfermedad, pues han trascendido una serie de graves y grotescas irregularidades atribuidas a la señora que hoy rige-¿estará bien decirlo?-los destinos de los monclovenses, y para muestra un botón: la alcaldesa de dicha ciudad decidió rentarle al ayuntamiento bajo su responsabilidad, tres viviendas de su propiedad o de familiares cercanos, en una abierta violación a la legislación vigente.

En síntesis, lo que trato de apuntar, es que antes de recurrir al camino “fácil” del endeudamiento, primero deben aclarase las finanzas de esos municipios, pues de lo contrario, corremos el riesgo de echar dinero bueno al malo, además de eximir a los responsables. Ahora, los diputados locales, tomando como pretexto la opinión de estos expertos, que no le tienen miedo a la deuda, declaran que habrán de autorizar el endeudamiento de los municipios; creo que la decisión de pedir prestado ya estaba tomada, sólo faltaba una excusa para hacerlo, y mis oficiosos colegas pusieron el pase para meter el gol.

Algo más, cuando leo las recomendaciones de estos keynesianos tropicales, me da la impresión que ellos piensan que la deuda es algo etéreo, que no nos afecta, y sin consecuencias, pero no hay que olvidar que una deuda implica un compromiso a futuro que tarde o temprano habrá de pagarse, y que también tiene un costo, representado por las tasas de interés. No existen las soluciones mágicas, pues como dicen los americanos “there is no free lunch.” El hecho de endeudarnos es trasladar obligaciones a las generaciones futuras.

Ahora bien, suponiendo, como decimos en el gremio, que la deuda resolviera los problemas estructurales que tenemos, pues entonces, hasta un servidor apoyaría este remedio, pero da la pequeña casualidad que eso no es así, y que las crisis, cómo imagino que ellos lo saben bien, son coyunturas extremas, que nos obligan a desechar lo que no funciona, para introducir lo que da resultados. Hay problemas de fondo en la economía de Coahuila, como los de corto plazo, consistentes en una enorme dependencia del sector automotriz, que canaliza gran parte de su producción al mercado estadounidense: Aquí debemos tomar decisiones trascendentales.

Sin embargo, hay un cúmulo de aspectos en los que debemos mejorar, tales como en la educación, hoy por hoy, quizás el sector clave para nuestro futuro, y que adolece de graves fallas; esa es otra transformación que hay que emprender, y desde luego, last but not least, debemos los ciudadanos exigir a los gobernantes un manejo más eficiente de los recursos presupuestales, sólo después de haber cubierto este expediente, sería legítimo pensar en recurrir a la deuda.


Redondeo. Los vientos parecen apuntar hacia una final entre “Tigres” y “Saraperos” ¿Será así?