lunes, 27 de abril de 2009

MEJORAR LA EDUCACIÓN

Mario Dávila Flores
Corea es un país que a principios de la década de los 50 sufrió un grave conflicto que desembocó en la división de esa nación en el norte y el sur. Este último, siguió un camino diferente al primero, privilegiando el desarrollo de un sistema educativo de calidad, lo que logró con tenacidad, pues nunca se apartó de dicho objetivo, y como resultado de esto, ahora Corea del Sur está ubicada entre las diez economías más grandes del mundo, con un ingreso por persona que duplica el nuestro, cuando hace años, la situación era la inversa.

En el caso de México, las estadísticas señalan que se nos está acabando el petróleo; en efecto, los reportes del primer trimestre de este año, indican una fuerte reducción del orden de 218 mil barriles diarios respecto al mismo periodo del 2008, lo que a su vez provocó un desplome de los ingresos por exportación por casi 7 mil millones de dólares. Esta que para todos pudiera ser una pésima noticia, para su servidor, quien ve el fenómeno bajo otra perspectiva, podría ser una excelente oportunidad, para que ahora sí nos decidamos a otorgarle a la educación la importancia estratégica que tiene, en un mundo dominado por el conocimiento.

Tal vez de manera inconsciente, el hecho de sabernos dueños de una inmensa riqueza bajo la tierra, se ha traducido en un espíritu de complacencia y dejadez; para qué apurarnos si tenemos un mundo de dinero bajo nuestros pies. Hace ya muchos años, y sin haber estudiado economía, o precisamente por eso, el inolvidable poeta zacatecano Ramón López Velarde, lo consignó en su poema inmortal “La Suave Patria” con aquellas proféticas palabras:

“El Niño Dios te escrituró un establo
y los veneros de petróleo el diablo.”

Ahora que se agota este recurso, es cuando debemos comprender plenamente que la única salida viable está en ponerle más atención al sistema educativo, sin distingos de nivel de gobierno; sea Federal, Estatal o Municipal, todos tiene una gran responsabilidad en esta fundamental tarea. Si adoptamos la actitud adecuada, la escasez de petróleo se puede convertir en una gran oportunidad para los mexicanos, pues dicha limitación habrá de obligarnos a buscar la riqueza en otra dirección; debemos explorar las minas inagotables del conocimiento, y para ello, no hay más receta que mejorar nuestra educación.

Si bien el agotamiento de los recursos petrolíferos sucede a nivel nacional, en el plano local, es decir en Coahuila, y en particular en su Región Sureste, existe otro recurso que se nos pudiera agotar, perdiendo así una ventaja competitiva que nos ayudó a impulsar nuestra economía durante décadas; me refiero en específico a la dotación de mano de obra eficiente y calificada en la cual se ha venido fincando la base sobre la cual ha funcionado la industria automotriz regional.

Pero esta mina de oro, representada por los grandes flujos de exportaciones, parece en peligro de extinción, lo que sin duda, representaría un fuerte quebranto en materia económica, en caso de que los problemas de General Motors y de Chrysler continúen complicándose. Este es otro motivo para mejorar la educación en la entidad.

En estos días se realiza en todo el país la aplicación de la prueba ENLACE, Evaluación Nacional del Logro Académico en los Centros Escolares, esperando que mejoremos los resultados anteriores, los que no fueron nada positivos para Coahuila, pues el 71 por ciento de los estudiantes que fueron sometidos a esta evaluación reprobaron. Pero eso no es todo, lo más preocupante es que los docentes egresados de nuestras Escuelas Normales, fracasaron al presentar el examen de oposición el año pasado, pues no lo acreditaron dos tercera partes de quienes lo presentaron.

Ahora que el próximo 4 de Mayo, la Escuela Normal de Coahuila cumple 115 años de vida, una buena forma de celebrar este aniversario, sería haciendo un ejercicio autocrítico, tendente a mejorar la preparación de quienes acuden a sus aulas, pues una mejor preparación de estos jóvenes, se traducirá sin duda en mejores docentes, y en una mejoría en los niveles educativos.

Desde luego que una prueba como ENLACE no se puede considerar como definitiva, pero constituye un valioso indicador, que nos permite conocer el nivel de aprendizaje de nuestros alumnos, de ahí su importancia. Esperamos una mejoría en los resultados de este año, y confiamos en que nuestros líderes políticos, empresariales, así como los padres de familia, comprendan la importancia estratégica de la educación, y actúen en consecuencia.


Redondeo. El juego más rápido en las Ligas Mayores fue el celebrado entre los “Gigantes” y los “Filis” en 1919, con una duración de 51 minutos.