martes, 27 de octubre de 2009

¿A favor o en contra?

¿a favor o en contra? Tú tienes la última palabra.
Ma Isabel Reyna

Lo que me ocurrió ayer y que reflejé en este tu blog no es más que una muestra de cómo se maneja la información, o mejor dicho, la falta de información, para crear confusión, manipular y engañar a la gente.
Suelo desconfiar de los correos electrónicos que me manera masiva circulan a diario en internet. Ayer me llegó uno como siempre, largo, lleno de adjetivos descalificativos, acusando a RCG de difundir información falsa al decir que los diputados de Coahuila votaron en contra de la Miscelánea fiscal, y lo que no ocurre en otros correos similares, traía la liga para entrar a la página del Congreso de la Unión para comprobarlo. Yo no veo RCG, pero si leo los periódicos locales y lo mismo se reflejaba en las primeras planas.
Seguí la liga, navegué en la página del Congreso y descubrí la lista que subí ayer a este blog. Unos buenos amigos me hicieron saber que la información puntual iba más allá. “El voto que viste es en lo general. Los diputados de Coahuila aprobaron el paquete.
Pero tras aprobarse en lo general, comienza la votación en lo particular, es decir, que cada diputado señala algún artículo en particular que considera debe modificarse.
En este apartado, los coahuilenses rechazaron algún aspecto en particular de la Ley de Ingresos, seguramente los nuevos impuestos y el IVA del 16 por ciento.
Al final del día estos son los hechos:
Los diputados priistas de Coahuila votaron a favor en lo general, pero votaron en contra en lo particular.
Los medios locales difundieron en grandes titulares que los diputados votaron en contra, acusando a la panista Tomy Vives de haber sido la única que votó a favor.
¿A favor o en contra? ¿Quién tiene la razón? Decide tu, amigo lector, yo ya no entiendo nada.
Lo único que entiendo es que vivimos en un avispero político (para usar la frase de Fraga) en el que cada quien dice lo que quiere decir, cada quien entiende lo que quiere entender y cada quien defiende “su” verdad desde su trinchera, pagada por uno o varios de los intereses en juego.
La verdad, los intereses de los ciudadanos, el bien común, son cosas que parecen haber quedado en desuso.