sábado, 30 de mayo de 2009

EL OCASO DE UN GIGANTE

Mario Dávila Flores
El desenlace que tenga el caso de General Motors—General Government—como le dicen ahora al gigante vencido, tendrá fuertes repercusiones sobre la economía de la Región Sureste de Coahuila, correspondiéndonos en esta ocasión el papel de meros espectadores, pues las decisiones fundamentales, las verdaderamente importantes se están tomando en los salones de la Casa Blanca, en los pasillos del Congreso, en la sede del sindicato de la UAW y en Wall Street.

Con o sin bancarrota de por medio, hay de entrada un hecho que estará marcando la suerte de la corporación automotriz--y de nuestra economía local-- que durante toda una época representó el poder económico de los Estados Unidos y que hoy se encuentra ante una encrucijada. Lo que hay que resaltar, es que el las dimensiones del mercado automotriz en ese país se redujeron con la crisis en un 40 por ciento, al pasar de 17 a 10 millones de unidades vendidas, lo que de entrada indica que la competencia por ese pastel de menor tamaño será mucho más agresiva.

Sin embargo, hay otro factor que debemos considerar, y es que la posibilidad de la bancarrota ha venido afectando la cuota de mercado de la GM en Estados Unidos, en efecto, su participación que fue del 19 por ciento el pasado mes de enero, se había reducido al 18 por ciento en marzo, estimándose que para diciembre de este año será del 13 por ciento, y de alrededor del 10 por ciento dentro de unos años. Los números nos dicen que la décima parte de 10 millones es un millón; un millón de unidades será el tamaño del mercado para GM en el país del norte.

El pequeño detalle, es que la corporación cuenta con más de 30 plantas en varios países para abastecer ese millón de unidades, por lo que la presión para cerrar algunas o muchas de estas instalaciones será enorme. Aquí se observa en toda su magnitud la teoría de la Destrucción Creativa del economista checo Joseph Schumpeter; literalmente GM tendrá que destruir parte de sus activos para continuar viviendo.

Esto es importante, ya que como sabemos, la mayor parte de la producción generada tanto en las plantas de Ramos Arizpe como en la de Derramadero, se destina precisamente al mercado de exportación, y concretamente al estadounidense, el cual no pasa precisamente por su mejor momento. Ante esta situación, irrumpen en la escena dos fuerzas contradictorias, que bien pudieran marcar el destino inmediato de nuestra región. Estas fuerzas son una de tipo económico, y la otra de carácter político.

La lógica económica indica de forma contundente e incuestionable, que una salida para la parte buena de GM, es aumentar la reubicación de su producción en países como México y China, ya que para señalar un factor de peso, la diferencia salarial entre lo que ganan los trabajadores de Estados Unidos, con los de las dos naciones mencionadas es considerable. Un sindicalizado de la UAW devenga por una hora de trabajo la cantidad de 54 dólares, sin incluir las prestaciones, mientras que sus contrapartes mexicanas y chinas, reciben 10 y tres dólares respectivamente.

Este sólo elemento, justificaría un mayor desplazamiento de la producción hacia estos dos territorios, posibilitando que lo que quede de la otrora poderosa corporación, pudiera operar con mayores niveles de eficiencia y de competitividad, para tratar de salir del enorme pozo en la que ha caído. De hacho, tanto la propia GM como el mismo gobierno de Obama, externaron la conveniencia de esta clase de ajustes, dictados por la férrea lógica económica.

Pero aquí entra en juego otra perspectiva de ver las cosas; se trata de la lógica política, representada por la postura del poderoso sindicato automotriz estadounidense, que se opone tajantemente a una solución que implique la afectación de su poderío en primer lugar, y de sus afiliados en segundo. En esta tesitura, los líderes sindicales así como los obreros, tienen a su favor el hecho que el Presidente Obama pudiera buscar la reelección en menos de cuatro años, y para ello hay cinco estados del Medio Oeste que pudieran ser claves, cuya característica es la fuerte presencia de la industria automotriz en dicha región.

En consecuencia, lo que está en el centro del debate son estas dos corrientes, hoy enfrentadas de manera contradictoria, por lo que la salida que adopte esta situación, tendrá efectos incuestionables sobre nuestra realidad inmediata. Pudiera sin embargo, surgir un tercer escenario; el que se diera una solución negociada al problema, en la cual las fuerzas en conflicto cedieran un poco cada una para llegar a un acuerdo. Como en las tragedias griegas, los habitantes de la Región Sureste de Coahuila, incluidas las autoridades, somos espectadores y víctimas de los caprichos y deseos de los poderosos dioses del Olimpo, lugar que ahora se llama Washington.


Redondeo. Viene siendo muy cuestionable el criterio del anotador oficial del parque Madero, pues muchos errores evidentes son marcados como hits; urge que la Liga Mexicana ponga atención.