Acuerdo de protección al empleo...

Alejandro Dávila Flores.

De reflejos rápidos, el gobierno de Coahuila estructuró y dio a conocer el 9 de diciembre pasado el “Acuerdo de Protección al Empleo y Fortalecimiento de la Economía y la Productividad.” La iniciativa contempla 18 compromisos específicos, cuyos objetivos centrales son la protección del ingreso y el empleo de los habitantes de la entidad, ante un entorno económico sombrío y en acelerado deterioro.
La semana pasada me ocupe de comentar una de las iniciativas; la canalización de crédito a tasas preferenciales a las micro, pequeñas y medianas empresas establecidas en Coahuila. En esta oportunidad expresaré mis puntos de vista sobre otras de la acciones de mayor relevancia en la propuesta anticrisis del Ejecutivo estatal.
Para el 2009, el Gobierno del Estado reducirá en 5 mil millones de pesos el gasto corriente. Este dinero se destinará a compras, contratos y obras con empresas coahuilenses y permitirá canalizar el 25 por ciento del presupuesto (6 mil 263 millones de pesos) a la infraestructura urbana, generando, según las estimaciones gubernamentales, 10 mil empleos.
El gasto en inversión tiene efectos más positivos sobre la economía estatal que el gasto corriente, pues sus efectos multiplicadores son mayores. De igual forma, la inversión en infraestructura respalda la capacidad competitiva de los agentes económicos establecidos en Coahuila.
La suma del gasto de inversión y las compras gubernamentales contempladas para el 2009, ascenderían a cerca de 10 mil millones de pesos. Se pretende que esta derrama estimule el mercado interno de la entidad, para lo cual se dará prioridad a los proveedores locales, quienes se beneficiarán de un margen de sobreprecio hasta del 15 por ciento con respecto a los foráneos. Al adoptar esta decisión, se corren dos riesgos; una menor eficiencia en el gasto gubernamental y la posibilidad de que otras entidades del país hagan lo propio, reduciendo las probabilidades de que empresas y comercios de Coahuila oferten sus servicios en otras entidades del país. Esto podría evitarse si se da preferencia a los proveedores locales cuando sus propuestas en calidad y precio son equivalentes a las de los foráneos.
Días después de la presentación del acuerdo, el Secretario de Finanzas mencionó la posibilidad de anticipar las obras programadas para el 2010 y realizarlas el año próximo. La decisión puede ser acertada, pues se anticipa que será durante el primer semestre del 2009 cuando se observará la caída más pronunciada de la actividad económica.
El inconveniente de adelantar el gasto de inversión es la necesaria contratación de deuda pública en un mercado crediticio con condiciones de financiamiento más adversas en cuanto a tasas y plazos. Lo prudente sería que no se comprometan los recursos de administraciones futuras y que en las corridas financieras de contemple el riesgo de una posible caída en los ingresos fiscales asociada a dos factores; la menor captación de impuestos en un entorno recesivo y la muy probable contracción de las aportaciones federales futuras, en virtud tanto del desplome en el precio del petróleo, como de la plataforma de producción de crudo.
Otra área de oportunidad es la necesaria diversificación del destino de la inversión pública, pues está fuertemente concentrada en la infraestructura vial, estimulando el uso más intensivo del automóvil particular en los traslados urbanos, en detrimento del transporte público y del no motorizado. Esto tiene no solo efectos económicos adversos, pues genera congestionamiento urbano y propicia una mayor concentración del ingreso, sino también impactos ambientales no deseables. Cambiar la mezcla en la inversión pública es indispensable para impulsar una estrategia de desarrollo económico, social y ambientalmente sustentable.
Por razones de espacio dejaré para una entrega futura mis comentarios a las propuestas del Gobierno del Estado para fortalecer el programa de becas, ampliar la protección de la seguridad social a los trabajadores desempleados, así como acerca de las iniciativas para respaldar a la industria automotriz.
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