Publicado el 9 de diciembre de 2008
Después de un receso debido a causas ajenas a mi voluntad, me alejé del ring durante una semana, pero ahora vuelvo a la palestra, y cada miércoles les haré llegar mis artículos, sólo por el gusto de compartir con ustedes mis inquietudes, y sin remuneración, a cambio, les pido, si es que les gustó el escrito, hacerlo llegar a sus contactos.
Recuerden que la lucha libre es de dos a tres caídas, sin límite de tiempo, y todavía falta para el desenlace.
Reciban un saludo.
Blue Demon (Mario Dávila)
EL GESTICULADOR
Mario Dávila Flores
Su ingenio, arrojo y audacia son admirables, pues con una enorme sangre fría el individuo que responde al nombre de Risto Enrique Carmona, se ha hecho pasar por servidor público, integrante de organismos no gubernamentales, médico, curandero naturista, y en el colmo de la simulación y el engaño, asumió sacrílegamente la personificación de un devoto y compasivo clérigo, en cuya caracterización llevó a cabo uniones matrimoniales, y confesiones, declarándose incluso sobrino del Obispo Vera, estafando así a los vecinos tanto de Saltillo como de Ramos Arizpe.
Este multifacético personaje, fue descubierto mientras realizaba una colecta en una escuela de la ciudad, al ser reconocido por una de sus, al parecer numerosas víctimas, siendo aprendido y enviado a prisión, de la que podrá salir mediante el pago de una fianza de diez mil pesos, con los que al parecer este camaleónico actor no contaba, por lo que ahora se encuentra encarcelado, situación que muy probablemente habrá de aprovechar para idear sus nuevas representaciones, después de todo, la soledad de las celdas es un entorno proclive a la imaginación, como lo muestra el caso de Cervantes, exime creador del “Quijote” cuando pasó un tiempo tras las rejas.
Eso de hacerse pasar por sacerdote tiene sus antecedentes, pues recuerdo que en mis tiempos de estudiante en el Tecnológico de Monterrey, en el internado de los novatos, que estaba frente al gimnasio, un jueves por la tarde, en la víspera del primer viernes del mes, un estudiante veterano se vistió de cura, para con toda solemnidad impartir la “confesión” a quienes quisieran comulgar al día siguiente.
Grande fue la sorpresa, y más aún el sentimiento de vergüenza de los ingenuos muchachos, al toparse con su “confesor” por los corredores del Tec, quien al verlos todos cohibidos y apenados, se limitaba a esbozar una maliciosa sonrisa, producto de la información obtenida de los preparatorianos, quienes agachaban la cabeza al cruzarse con el dueño de sus más íntimos secretos.
Otro episodio de suplantación clerical, ocurrió hace ya años en la bella ciudad de Mérida, con motivo de la boda religiosa del gran lanzador Fernando Valenzuela, cuando un ferviente aficionado ante las dificultades para tener acceso a la ceremonia, y debido a la saturación del templo, maquinó entonces la estratagema de enfundarse en una sotana negra, y así diciendo que participaría en el solemne sacramento, pudo ingresar al sacro recinto, ocultando bajo sus vestimentas una buena dotación de pelotas para que fueran autografiadas por su ídolo.
Volviendo a Risto Enrique, protagonista de esta historia, al parecer a últimas fechas el negocio no le venía reportando buenos dividendos, pues careció de la liquidez requerida para cubrir la fianza, con la que obtendría la libertad bajo caución, ya que los delitos por él cometidos no son considerados como graves según las leyes vigentes. Ante esta precaria realidad, nos atrevemos sugerirle a nuestro creativo personaje, una vez que recupere su libertad, intentar nuevas y más rentables caracterizaciones.
En este sentido, Risto—que tiene un resto de iniciativa—pudiera hacerse pasar por profesor, ya que las pruebas recientemente aplicadas a los mentores coahuilenses, demostraron que, la mayoría de los docentes resultaron reprobados, así que en base a dichos resultados, suponemos que existe un área de oportunidad para que el individuo realice sus actividades, con la posibilidad de que incluso, lo haga mejor que muchos maestros que están activos frente a grupo. A largo plazo, el futuro que pudiera deparar tan noble profesión es muy atractivo, considerando que si sabe jugar el juego de las relaciones y los contactos, hasta pudiera ser considerado para quedar como comisionado en alguna dependencia, lo que se traduciría en un incremento en sus percepciones.
En caso de no poder concretar esta primera opción, hay una segunda, un tanto menos atractiva y con mayor riesgo, como integrante de los cuerpos de seguridad; concretamente como policía, pues en este terreno las posibilidades resultan elevadas, ya que según la evaluación de la Presidencia de la República, el erótico 69 por ciento de los policías municipales evaluados en Coahuila no son confiables, por lo que las oportunidades de empleo en esta actividad son favorables, viéndose como una isla promisoria ente el oscuro panorama de la crisis.
De seguir estas dos recomendaciones, Risto Enrique pudiera saldar su culpa con la sociedad, desplegando su ingenio y experiencia en las nobles actividades de la educación y la seguridad, hoy por hoy, algunos de los prietitos del arroz en nuestra cocina comunitaria.
Redondeo. “No conozco mucho de política, pero conozco mucho de beisbol.” RichardNixon.
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